Atrás quedaron los tradicionales pulsos que se realizaban entre las aerolíneas durante las audiencias de la Aeronáutica Civil para estudiar la aprobación de nuevas rutas.
Ahora, el panorama es totalmente distinto. Las empresas no tienen interés por nuevas rutas, como una forma de hacerle frente a la contracción del mercado que en los dos primeros meses del año restó 4,84 por ciento.
Aunque la Aerocivil no ha publicado las cifras de marzo, ya hay compañías que prevén recortes en la oferta de vuelos, aunque es claro que se trata de una estrategia encaminada a mejorar la eficiencia en las operaciones.
Ese es el caso de Avianca, por ejemplo, cuyo presidente, Fabio Villegas, sostiene que se trata de una fórmula para no comprometer la estabilidad financiera de la aerolínea. Así las cosas, cuando hay una caída dramática en la demanda, la tarea se resume en el ajuste de la oferta de sillas, que en esta empresa ha sido del 7 por ciento en el mercado doméstico, para el periodo comprendido entre Semana Santa y el mes de junio. “También estamos haciendo cambios de aviones en algunas rutas”, agrega Villegas al indicar que algunas operaciones que se atendían con aeronaves MD están funcionando con aviones Fokker-100. Lo propio está haciendo con los equipos Fokker-50.
SITUACIÓN COMPLEJA:
Y es que la situación del sector es más complicada de lo previsto. De acuerdo con el último estudio de la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (Atac), el ciclo de recesión mundial se empieza a sentir con una caída en el número de viajeros.
“En febrero de este año se registró una desaceleración del tráfico internacional de pasajeros y la contracción en la demanda en los mercados domésticos de carga y de pasajeros”, dice el gremio.
“En ambos segmentos del mercado de pasajeros se observa una caída de los factores de ocupación”, agrega el informe.
Ya lo había advertido la directora Ejecutiva de Atac, Claudia Velásquez, quien indicó que es una situación que desde el 2008 se viene registrando, pero que en lo corrido de este año se ha acentuado, particularmente por la coyuntura económica internacional.
Aun así, en medio de la turbulencia sobresalen los movimientos de Easyfly, que a finales de marzo inauguró una ruta directa entre Bucaramanga y Cartagena, y los de Aires, que con un segundo Boeing 737-700, atenderá las nuevas rutas troncales que le aprobó la Aerocivil. La empresa ya opera vuelos a Cali, Medellín, Pereira, Cartagena y San Andrés.
La temporada de Semana Santa fue clave para el sector, con lo que se espera una mejoría en las cifras.
Tras implementar planes especiales, las operaciones en Aero República dieron para movilizar en todas sus rutas un total de 87.683 pasajeros, lo que equivalió a 17,9 por ciento más frente al año anterior.
En Avianca, aunque no se conocen las cifras de la temporada, los resultados también serían favorables si se tiene en cuenta que a los 300 vuelos diarios que tradicionalmente opera, se sumaron 168 enlaces a los destinos de mayor demanda. La estrategia implicó unas 20 mil sillas adicionales entre el 3 y el 13 de abril.
En un contexto más amplio, un buen presagio de lo que sería el balance en el cuarto mes del año corre por cuenta de los resultados de la temporada que reportó el concesionario Opaín, operador del aeropuerto Eldorado.
La terminal aérea registró 8.024 operaciones, lo que implicó un incremento del 5,1 por ciento frente al 2008. En cuanto al número de pasajeros, 228.112 salieron del aeropuerto y del Puente Aéreo, con un crecimiento del 7,4 por ciento frente a las cifras de un año atrás.
Otra dificultad se suma a la actual coyuntura de las aerolíneas, pero termina jugando a favor de los usuarios.
Se trata del descenso en los precios de los pasajes. Según lo explica la Asociación Colombiana del Transporte Aéreo (Atac), mientras los costos del sector van al alza (con excepción de los combustibles), los precios de los tiquetes vienen experimentado un comportamiento contrario. Tanto en los trayectos domésticos, cuyas tarifas están valoradas en pesos, como en las internacionales (estimadas en dólares), se han presentado reduccio- nes del 4 y 7 por ciento, respectivamente. En esta contracción ha incidido el menor volumen de viajeros lo que aumenta la compe- tencia entre las empresas.
Tarifas con menos altura.
Un reciente informe del Grupo Evaluador de Proyectos Aerocomericales (Gepa), de la Aeronáutica Civil, deja entrever que las empresas se le miden a movilizar más carga vía aérea, pese a que las estadísticas muestran que el transporte de mercancía está de capa caída.
Entre enero y febrero de este año, en el territorio nacional se movilizó un total de 14.949 toneladas, a las que se le sumaron 1.966 relacionadas con correo postal. El año pasado, en ese mismo periodo, la carga alcanzó las 19.842 toneladas y el correo, 2.239.
Las cifras indican un descenso del 24,66 por ciento, solo para el movimiento de mercancías y del 12,18 por ciento para el correo.
En el ámbito internacional la baja fue del 20 por ciento en carga y del 34,65 por ciento en correo.
Pero esa situación no ha sido motivo para que las empresas se le midan a ampliar su oferta de vuelos, particularmente en el mercado internacional.
LAS APROBADAS A la aerolínea Cargo B Colombia, por ejemplo, le fue aprobada su solicitud para prestar un servicio de transporte público regular internacional de carga, con aeronaves Boeing 747-200 en la ruta Bruselas-Dakar-Viracopos-Latacunga-Bogotá-Barbados-Bruselas, con tres frecuencias semanales.
Martinair Holland N.V, por su parte, también contó con el aval de la Aerocivil para prestar sus servicios en la ruta Amsterdam - Bogotá-Aguadilla (Puerto Rico) y regreso, con siete frecuencias semanales.
Entre tanto, CV Cargo S.A., solicitó un permiso para constituirse como empresa de trasporte público aéreo comercial de carga, con base principal en la ciudad de Bogotá, tanto para la operación de rutas nacionales como para las internacionales.
El Gepa consideró que los requisitos presentados mostraron que el proyecto de esta firma es viable operativa, económica y financieramente, por lo que recomendó aprobar la solicitud, aunque estableció varios condicionamientos.
Lo propio pasó con Transporte Aéreo del Pacífico (TAP).
Fuente / PORTAFOLIO
Ahora, el panorama es totalmente distinto. Las empresas no tienen interés por nuevas rutas, como una forma de hacerle frente a la contracción del mercado que en los dos primeros meses del año restó 4,84 por ciento.
Aunque la Aerocivil no ha publicado las cifras de marzo, ya hay compañías que prevén recortes en la oferta de vuelos, aunque es claro que se trata de una estrategia encaminada a mejorar la eficiencia en las operaciones.
Ese es el caso de Avianca, por ejemplo, cuyo presidente, Fabio Villegas, sostiene que se trata de una fórmula para no comprometer la estabilidad financiera de la aerolínea. Así las cosas, cuando hay una caída dramática en la demanda, la tarea se resume en el ajuste de la oferta de sillas, que en esta empresa ha sido del 7 por ciento en el mercado doméstico, para el periodo comprendido entre Semana Santa y el mes de junio. “También estamos haciendo cambios de aviones en algunas rutas”, agrega Villegas al indicar que algunas operaciones que se atendían con aeronaves MD están funcionando con aviones Fokker-100. Lo propio está haciendo con los equipos Fokker-50.
SITUACIÓN COMPLEJA:
Y es que la situación del sector es más complicada de lo previsto. De acuerdo con el último estudio de la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (Atac), el ciclo de recesión mundial se empieza a sentir con una caída en el número de viajeros.
“En febrero de este año se registró una desaceleración del tráfico internacional de pasajeros y la contracción en la demanda en los mercados domésticos de carga y de pasajeros”, dice el gremio.
“En ambos segmentos del mercado de pasajeros se observa una caída de los factores de ocupación”, agrega el informe.
Ya lo había advertido la directora Ejecutiva de Atac, Claudia Velásquez, quien indicó que es una situación que desde el 2008 se viene registrando, pero que en lo corrido de este año se ha acentuado, particularmente por la coyuntura económica internacional.
Aun así, en medio de la turbulencia sobresalen los movimientos de Easyfly, que a finales de marzo inauguró una ruta directa entre Bucaramanga y Cartagena, y los de Aires, que con un segundo Boeing 737-700, atenderá las nuevas rutas troncales que le aprobó la Aerocivil. La empresa ya opera vuelos a Cali, Medellín, Pereira, Cartagena y San Andrés.
La temporada de Semana Santa fue clave para el sector, con lo que se espera una mejoría en las cifras.
Tras implementar planes especiales, las operaciones en Aero República dieron para movilizar en todas sus rutas un total de 87.683 pasajeros, lo que equivalió a 17,9 por ciento más frente al año anterior.
En Avianca, aunque no se conocen las cifras de la temporada, los resultados también serían favorables si se tiene en cuenta que a los 300 vuelos diarios que tradicionalmente opera, se sumaron 168 enlaces a los destinos de mayor demanda. La estrategia implicó unas 20 mil sillas adicionales entre el 3 y el 13 de abril.
En un contexto más amplio, un buen presagio de lo que sería el balance en el cuarto mes del año corre por cuenta de los resultados de la temporada que reportó el concesionario Opaín, operador del aeropuerto Eldorado.
La terminal aérea registró 8.024 operaciones, lo que implicó un incremento del 5,1 por ciento frente al 2008. En cuanto al número de pasajeros, 228.112 salieron del aeropuerto y del Puente Aéreo, con un crecimiento del 7,4 por ciento frente a las cifras de un año atrás.
Otra dificultad se suma a la actual coyuntura de las aerolíneas, pero termina jugando a favor de los usuarios.
Se trata del descenso en los precios de los pasajes. Según lo explica la Asociación Colombiana del Transporte Aéreo (Atac), mientras los costos del sector van al alza (con excepción de los combustibles), los precios de los tiquetes vienen experimentado un comportamiento contrario. Tanto en los trayectos domésticos, cuyas tarifas están valoradas en pesos, como en las internacionales (estimadas en dólares), se han presentado reduccio- nes del 4 y 7 por ciento, respectivamente. En esta contracción ha incidido el menor volumen de viajeros lo que aumenta la compe- tencia entre las empresas.
Tarifas con menos altura.
Un reciente informe del Grupo Evaluador de Proyectos Aerocomericales (Gepa), de la Aeronáutica Civil, deja entrever que las empresas se le miden a movilizar más carga vía aérea, pese a que las estadísticas muestran que el transporte de mercancía está de capa caída.
Entre enero y febrero de este año, en el territorio nacional se movilizó un total de 14.949 toneladas, a las que se le sumaron 1.966 relacionadas con correo postal. El año pasado, en ese mismo periodo, la carga alcanzó las 19.842 toneladas y el correo, 2.239.
Las cifras indican un descenso del 24,66 por ciento, solo para el movimiento de mercancías y del 12,18 por ciento para el correo.
En el ámbito internacional la baja fue del 20 por ciento en carga y del 34,65 por ciento en correo.
Pero esa situación no ha sido motivo para que las empresas se le midan a ampliar su oferta de vuelos, particularmente en el mercado internacional.
LAS APROBADAS A la aerolínea Cargo B Colombia, por ejemplo, le fue aprobada su solicitud para prestar un servicio de transporte público regular internacional de carga, con aeronaves Boeing 747-200 en la ruta Bruselas-Dakar-Viracopos-Latacunga-Bogotá-Barbados-Bruselas, con tres frecuencias semanales.
Martinair Holland N.V, por su parte, también contó con el aval de la Aerocivil para prestar sus servicios en la ruta Amsterdam - Bogotá-Aguadilla (Puerto Rico) y regreso, con siete frecuencias semanales.
Entre tanto, CV Cargo S.A., solicitó un permiso para constituirse como empresa de trasporte público aéreo comercial de carga, con base principal en la ciudad de Bogotá, tanto para la operación de rutas nacionales como para las internacionales.
El Gepa consideró que los requisitos presentados mostraron que el proyecto de esta firma es viable operativa, económica y financieramente, por lo que recomendó aprobar la solicitud, aunque estableció varios condicionamientos.
Lo propio pasó con Transporte Aéreo del Pacífico (TAP).
Fuente / PORTAFOLIO